La carta cumplió su propósito, sí, estaba escrita para otra persona, pero esa carta debías encontrarla tú y compartírnosla. ¿Propósito? Para que no vuelvas a pasar por lo mismo, es decir, cuando escribas una carta al amor en turno, no te quedes con ella, entrégasela, porque desde el momento que pones tus palabras en la hoja, desde el momento en que buscas las palabras adecuadas para cmpartirselas, esa carta, hondamente, ya le pertenece.
PD. Te dejo mis besos ridículos y abrazos dados a ti hondamente J.